Traducción del artículo original del The Portland Mercury: Exercise Is Not Going To Fix Your Body
Hacer ejercicio no va a arreglar tu cuerpo, pero la biomecánica Katy Bowman dice que el movimiento tal vez pueda.
Uff, todos somos entre torpes y lentos cuando se trata de mover nuestros cuerpos. «Pero, ¡hago ejercicio!» gritas indignada y con todo tu derecho. Ya te he oído, hermana. Yo también. Y sin embargo… Soy una humana perezosa, como tú – pegada a mi silla de la oficina, mi sofá, mi cama, casi 158 de las 168 horas en una semana. Esas ráfagas de ejercicio son un mero punto en el radar de mi vida sedentaria. He estado trabajando en ello, sin embargo, gracias a la biomecánica del Estado de Washington Katy Bowman. Sus libros, podcast, y su acaramelada web han conseguido que me dé cuenta de que todos mis males corporales diversos son el resultado de la falta de movimiento. Los tuyos también, muy probablemente.
Mi marido dice que yo he bebido la pócima de Bowman. Es cierto, lo he hecho, y está rica, pero no es fácil de tragar. A todos los que he hablado acerca de su idea de «movimiento nutritivo» les ha resultado algo desconcertante, en el mejor de los casos, aplicar los cambios que recomienda para que tu cuerpo funcione mejor. De primeras no necesitas tirarte a la piscina de su filosofía para sentirte mejor, pero si lo haces, te puede desmontar en muchos aspectos de tu vida, en muchos sentidos que están mal vistos socialmente. Tu silla. Tu almohada. Tu coche. A veces, tu dignidad. Justo aquí voy a dejar que Bowman te sitúe fuera del marco:
«Estar tirado en el sofá sienta bien; lo entiendo. Pero eso no cambia el hecho de que tu cuerpo no puede funcionar bien si tumbarte en el sofá es tu estado natural. La paradoja es que toda esa comodidad nos lleva a la incomodidad para la mayoría de nosotros, que pasaremos gran parte de nuestra vida en busca de tratamiento» escribe Bowman en un correo electrónico. Esta vida de la comodidad es un tema que también aborda en su libro Mueve tu ADN.
«Tal vez la única manera de salir de nuestro pobre estado físico, creado por nuestra cultura del confort, es una vuelta a los comportamientos de nuestros antepasados», escribe en su denso y fascinante libro sobre cómo los seres humanos se han adaptado a la vida moderna. Esa adaptación comúnmente toma la forma de una espalda de mierda, hombros encorvados, rodillas que crujen, etcétera.
«Propongo que el movimiento, como la comida, no es opcional», continúa Bowman en Mueve tu ADN, «que has estado recibiendo señales de hambre de movimiento en respuesta a una dieta de movimiento muy baja en términos de cantidad y pobre en términos de calidad –lo que significa que no estás recibiendo todo el espectro de nutrientes de movimiento necesarios para la función humana. Lo más probable es que, o bien tienes carencias absolutas de movimiento nutritivo, o bien estás comiendo chocolatinas de movimiento sin llegar nunca a una ensalada completa de col rizada».
¿Significa eso que un entrenamiento de gimnasio es el equivalente en términos de movimiento a una barrita de chocolate, le pregunto? «Yo no diría que el ejercicio es una barrita, sino que es más algo así como tomar vitaminas o sales minerales. El tipo de ejercicio que haces podría representar tomar uno o dos suplementos. Una o dos vitaminas pueden hacerte mejorar, pero no se pueden comparar con alimentos completos a la hora de comer… Lo que [el cuerpo] requiere es una gran cantidad de diferentes tipos de movimiento a lo largo de un día / la vida. Sería similar a comer una dieta equilibrada».
Así que tu rutina favorita de gimnasio o sesión preferida de CrossFit es una vitamina de los Picapiedra a grandes rasgos. Cuando Bowman dice «ensalada de col rizada de movimiento» está hablando de moverse TODO EL DÍA, al igual que los viejos neandertales. Esto generalmente es la parte difícil de tragar. Vivir al estilo de El Clan del Oso Cavernario el resto de tus días probablemente no suena como una solución aceptable para tus tobillitos. Pero en realidad es mucho más fácil de lo que parece.
Bowman dice que incluso pequeños cambios de nuestro estilo de vida moderno pueden representar un gran paso hacia la obtención de más movimiento y aliviar dolores y molestias. Lo primero es lo primero: cambiar tus zapatos. Busca zapatos minimalistas y anchos, sin talones, y con un ajuste seguro, flexible y versátil (nada de chanclas). Esto mejorará mucho más de lo que te puedas imaginar tu postura, tu espalda y tus pantorrillas cansadas por exceso de trabajo .
Bowman dice que los próximos pasos son: «Camina más. Después, reduce el tiempo de sillón (trabaja en tu escritorio de pie / siéntate en el suelo)». Muévete más. En el lenguaje biomecánico «movimiento» no se limita sólo a hacer ejercicio; es una larga lista de formas en que tu cuerpo hace lo que tiene que hacer. Agachándote, cargando peso, tumbándote y levantándote, colgándote, comiendo, saltando, cortando verduras, haciendo cabriolas (!), poniéndote la piel de gallina, y practicando sexo –todo en movimiento, todo cosas que deberías estar haciendo más. Casi cualquier cosa que no implique estar sentado o de pie por largos períodos de tiempo.
Incluso las señoras realmente muy ocupadas que pasan horas en el ordenador todos los días pueden encontrar tiempo para moverse. «Bueno, el año pasado escribí tres libros a ordenador e interactué a diario en las redes sociales. También he caminado un promedio de cinco millas al día y he pasado de cuatro a seis horas al día en movimiento en el exterior. La clave está en apilar tu vida (cumpliendo múltiples tareas a la vez), reformulando tus ideas de movimiento (para que sea algo más que ejercicio de físico), y darte cuenta de que cuando decimos o pensamos «comodidad» por lo general significa «reducir el movimiento» y no «ahorrar tiempo».
Bowman tiene miles de consejos. Puedes adentrarte en la madriguera de conejos hacia su enfoque cercano a lo paleo, o rascar la superficie de sus rarezas. De cualquier manera, el alcance de su trabajo es muy amplio y basado en soluciones mecánicas. En pocas palabras, ir a dar un paseo o simplemente sentarse en el suelo con más frecuencia. Puedes tener un aspecto poco digno en la oficina, pero a tu cuerpo no le importa mucho eso de la dignidad.
Para obtener más información, consulta el libro de la biomecánica Katy Bowman Mueve tu ADN, su podcast «Katy dice», y el sitio web nutritiousmovement.com.